Programa: Usp, amiga de todas las edades
El envejecimiento global es una realidad que comenzó a principios del siglo XX en los países desarrollados, pero que ahora también se está produciendo en los menos desarrollados. Se calcula que entre 2000 y 2050 el número de personas mayores de 60 años se triplicará, pasando de los 810 millones actuales a más de 2.000 millones, con un 22% de la población mundial mayor de 60 años. Aunque la esperanza de vida sana también aumenta, lo hace a un ritmo más lento que la esperanza de vida, lo que conlleva una mayor probabilidad de años de vida ajustados por discapacidad. Esto determina que haya que hacer cambios radicales en el modelo de curso de vida de los individuos a medida que envejecen. Varios factores interdependientes, además del envejecimiento de la población, actúan para reconfigurar nuestro futuro colectivo. Y no sólo crean riesgos, sino también oportunidades para adoptar medidas eficaces que promuevan cambios en el curso de la vida y, por tanto, mejoren la calidad de vida y el bienestar y reduzcan las desigualdades entre generaciones y grupos sociales.
Un estudio realizado en 2013, sobre cinco factores de riesgo (tabaquismo, sedentarismo, sobrepeso/obesidad, alcoholismo y sueño inadecuado), con cerca de 40 mil estadounidenses mayores de 21 años, mostró que solo el 6,3% no presentaba todos los factores encuestados. Por lo tanto, las medidas educativas y de incentivo – centradas en la adopción de comportamientos de vida saludables (actividad física regular, dieta equilibrada y adecuada, educación continuada); prevención de los factores de riesgo de las enfermedades crónicas (obesidad, tabaquismo, alcoholismo); El control adecuado de las enfermedades crónicas ya establecidas (diabetes mellitus, hipertensión, dislipidemia, osteoporosis, incontinencia, enfermedades neoplásicas); la participación y el compromiso social (familia, trabajo, comunidad); la reducción del estrés en las actividades diarias y la toma de decisiones, son iniciativas consideradas importantes para la promoción del envejecimiento activo desde un punto de vista individual y colectivo. Así pues, la promoción del envejecimiento activo debe realizarse a lo largo de toda la vida del individuo, ya que las medidas adoptadas tempranamente, como los estilos de vida saludables, así como el acceso a los servicios sanitarios y los factores sociales, ambientales y económicos, repercuten directamente en cómo envejecemos.
En 2005, la OMS, ante el envejecimiento de la población y la urbanización, propuso la creación del modelo de ciudad amigable con la edad, que sería aquella que fomenta el envejecimiento activo optimizando las oportunidades de salud, participación y seguridad, para aumentar la calidad de vida a medida que las personas envejecen. El campus de la capital de la USP, Cidade Armando de Salles Oliveira, tiene una superficie total de 3648944,4 m2; un área construida de 857659,83m2; una zona verde de 924836m2 y más de 10 hectáreas de reservas ecológicas. Cuenta con una población de: estudiantes de grado y postgrado; 3873 profesores y 9158 empleados. Cuenta con 33 unidades de enseñanza, 11 condominios, 39 restaurantes y cafeterías, 04 museos y 01 hospital. Su infraestructura vial y de tráfico es de 60 km de red de carreteras, 2,6 km de carril bici y 130 km de aceras.
Con base en esto y teniendo en cuenta la posición pionera de la USP en varias fronteras sociales, políticas, educativas y económicas, proponemos la creación del primer campus amigable para todas las edades con un enfoque en la optimización de las oportunidades para la promoción de la calidad de vida y el bienestar a lo largo del curso de la vida para los estudiantes, el profesorado y el personal con externalidades a la sociedad en su conjunto.
Programa: USP hacia el envejecimiento activo
El aumento de la longevidad de la población mundial está modificando el curso de la vida en todos los sectores de la sociedad. Estamos viviendo una revolución de la longevidad y, en consecuencia, son necesarios cambios para afrontar esta nueva realidad. Se romperán los paradigmas y surgirán nuevos modelos de relación, trabajo y aprendizaje.
El envejecimiento debe considerarse un logro de la sociedad con un gran potencial para el desarrollo humano. Esta población, con sus habilidades y experiencias, representa un valioso recurso para las comunidades, las familias y la economía. Si no se incluye a los ancianos en los planes de desarrollo social y económico, aumentarán los resultados negativos, como la pobreza, el abandono, los abusos y las enfermedades.
Basándose en esta tendencia, se inició en 2015 el Programa USP hacia el Envejecimiento Activo. La Universidad de São Paulo, pionera en varias fronteras de la vida económica, social y cultural de Brasil, quiere innovar también en ésta: el bienestar de sus empleados, con externalidades para los miembros de la familia y la sociedad en su conjunto